viernes, 26 de marzo de 2010

DE VIAJE

Uno de los temas recurrentes de Chris Ware, quizás el que más le preocupa ahora mismo y desde hace tiempo, es el de "ver" y, como artista del cómic, el de procurar hacer "ver" al lector. Se refiere a recuperar el proceso de percepción del mundo que experimentamos cuando somos niños pequeños, a cómo prestamos atención a cada detalle nuevo que descubrimos, desde una gota de lluvia, una nube, un rayo de sol o la textura de una planta, al comportamiento de los adultos y los animales domésticos, insectos o pájaros, y por supuesto el transcurrir del tiempo (muy "lentamente" cuando somos pequeños) y las estaciones. La última historieta que he leído de Ware, JORDAN WELLINGTON LINT, incluida en la antología literaria THE BOOK OF OTHER PEOPLE, va precisamente de eso, del descubrimiento del mundo por un niño pequeño conforme crece y se hace adolescente. "Ver" todo eso que, como adultos, dejamos de ver porque nuestra percepción a esas alturas funciona ya por simplificaciones, sustituciones y asociaciones de la memoria (diseñada para anticipar el futuro, y no tanto, como solíamos creer, para "recordar" -recrear- el pasado). O, como dice Ware, desde que somos adultos "funcionales" apenas "vemos" ya nada del mundo, circulamos por él medio a ciegas sin prestarle atención realmente. Sustituyendo gran parte del proceso perceptivo por la experiencia acumulada en nuestra memoria y, sobre todo, por la codificación cultural del lenguaje y las convenciones sociales.

Pero cuento todo esto no tanto a propósito de Ware, sino de Yuichi Yokoyama, cuyo excepcional VIAJE acaba de publicar en España Apa-Apa y que desde aquí recomiendo con entusiasmo. Hay mucho en Yokoyama de ese intento de recuperar el proceso perdido de "ver", de redescubrir el mundo, extrañados y maravillados, bajo una luz distinta que nos lo presenta como si fuera completamente nuevo.



(Mucho más en la reseña de VIAJE del tio berni en Entrecomics)

(Declaraciones de Yokoyama traducidas al castellano)

10 comentarios:

el tio berni dijo...

Hey, qué bien explicado, de verdad. Es curiosa esa relación que apuntas entre Ware y Yokoyama, no me había parado a pensarlo. Me ilusiona mucho que los nuevos autores le estén dando cancha a este tema, porque precisamente el cómic parece muy apropiado para tratar de aprehender la sensación del paso del tiempo y no es algo que se haya explotado demasiado. Parece que ya vamos derivando del simple "contar historias" a eso que podría ser "experimentar historias". O incluso sin apenas historia de por medio, como hace Yokoyama.

Pepo Pérez dijo...

El que lo explica bien de verdad es (por lo que a su obra respecta, no por Yokoyama) es Chris Ware. En breve, en la entrevista del RDL.

j. dijo...

Es lo que yo pienso de Micharmut. De hecho creo que lo intenté explicar así una vez que salió el tema en Con C de arte...

De hecho, pienso que una cierta insuficiencia que todos alguna vez hemos notado en la por lo demás apabullante propuesta de Ware viene de que el sentido de lo que narra, una vez desentrañado, es demasiado lineal, unívoco. No sé bien como explicarlo, sólo se me ocurre recurrir a una imagen visual: si Ware tuviese que hacer sentir lo que es una camisa a alguien que no la hubiese visto jamás, le haría una camisa planchada, sin una maldita arruga... pero a lo mejor esas arrugas, que pueden llevar a confundirla con otra cosa, con un trapo mismamente, son necesarias para comprender el verdadero ser de la 'cosa camisa'.

Pero tengo claro que este hombre está en constante evolución, y autocuestionamiento, que es tan importante, así que estoy bastante seguro de que todavía lo veremos ir más allá de lo conseguido hasta ahora.

Mirad esto, no sé si lo conociais, tan de universo Ware:

http://www.webmaniacos.com/caperucita-roja-en-infografias/

Me han gustado mucho las dos páginas del japonés que has subido.

Un saludo!

Pepo Pérez dijo...

Sí, Javi, y lo explicaste muy bien. Aquí

Pepo Pérez dijo...

" si Ware tuviese que hacer sentir lo que es una camisa a alguien que no la hubiese visto jamás, le haría una camisa planchada, sin una maldita arruga..."

Creo que eso es porque dibuja sus cómics tratando de trasladar las ideas o conceptos generales con los que entendemos el mundo. Creo que lo puso por escrito Pere Joan en un NSLM: un árbol de Ware es "El árbol", no un pino, un olivo o un manzano.

En otras palabras, él dibuja el concepto (o imagen) mental de "árbol", no árboles concretos y reales.

el tio berni dijo...

Bueno, Ware lo ha dicho, quiere que su dibujo sea lo más parecido posible una caligrafía mecánica en el sentido de que cada símbolo tenga un significado unívoco, que sea una letra de un abecedario visual. O sea, que sus cómics no se miren, que se lean. Para mí eso no hace que pierdan ninguna fuerza, porque Ware no trata de transmitir a través del dibujo per se, sino de la narración. O sea, de nuevo con el símil literario y de nuevo parafraseando a Ware, su idea es "escribir" con dibujos y que la atención recaiga sobre lo que está escrito, no sobre la caligrafía con la que se ha escrito.

No hay por qué estar de acuerdo en que esa sea la aproximación perfecta, claro, pero es la suya. ¡Y a fe mía que le va bien!

Pepo Pérez dijo...

"O sea, que sus cómics no se miren, que se lean. Para mí eso no hace que pierdan ninguna fuerza, porque Ware no trata de transmitir a través del dibujo per se, sino de la narración. O sea, de nuevo con el símil literario y de nuevo parafraseando a Ware, su idea es "escribir" con dibujos y que la atención recaiga sobre lo que está escrito, no sobre la caligrafía con la que se ha escrito".

Sí, es exactamente lo que dice Ware. Yo creo que lo consigue.

j. dijo...

Ejem, leido ahora la verdad es que como intento de explicación personal está bastante bien estructurado, luego ya lo de los adultos esclavos, las cadenas, esa retórica altisonante... eso lo dices tú muchísimo mejor. De mayores nos cuesta una burrada cambiar el chip.

Sí, esa insuficiencia, de dobleces o arrugas, de Ware de la que hablo no está en el dibujo, aunque yo haya usado una metáfora visual, sino en ciertos momentos de la narración, de la construcción de la trama, de los personajes. Sé que no me explico, pero también sé que es una sensación compartida, porque se la he leido u oído a gente muy dispar, aunque en general, a mi modo de ver, erróneamente atribuyéndola al dibujo.

Pepo Pérez dijo...

Ahora te he entendido plenamente. A ver, creo que sí es verdad que Ware se mueve en otro registro narrativo más "concreto", o "unívoco", como tú dices, que los más abstractos de Micharmut (ya que la comparación viene por ahí). Ahora bien, tú mismo lo dices: lo parece "una vez desentrañado". La cuestión es que ese proceso mismo de "desentrañar" lo que está poniendo en sus viñetas, de leer en suma, es dónde está el quid de Ware. Exige mucho más que la media al lector, exige un proceso de lectura intenso, y es en ese acto mental de leer donde tienen lugar sus historias. De hecho, sé de mucha gente que ni siquiera hace el esfuerzo de entrar en ellas porque no se leen con la misma facilidad que la mayoría de tebeos. Un Micharmut, a lo mejor, es mucho más ambiguo y abstracto. A ver, para entendernos rápido: para mí Ware hace algo que en literatura sería el equivalente a la narrativa, a la prosa de ficción, vaya, e incluso su planteamiento del "dibujo como signos tipográficos" nos remite a eso mismo. Micharmut en cambio, siguiendo el símil literario, haría poesía.

Anónimo dijo...

Francamente mal viaje, por comentar.