miércoles, 7 de octubre de 2009

LA VIDA SECRETA MODERNA

FRANCIA, EL FUTURO CERCANO... EN UNA SOCIEDAD ULTRA-LIBERAL DIRIGIDA POR ALAIN MADELIN, UN HOMBRE PARTICULARMENTE VIRIL LLEVA UNA ESCLAVA DE PLATA EN LA MUÑECA Y UN PAR DE BOTAS DE BASKET TORSION 1992 EN LOS PIES.
ESTE HOMBRE, PARA EL QUE SOBREVIVIR ES UNA DISTRACCIÓN Y HACER LO QUE LE DÉ LA GANA UN PASATIEMPO, HA ELEGIDO EL EMOCIONANTE CAMINO DE LA LIBERTAD INDIVIDUAL.
ESTE HOMBRE ES PASCAL BRUTAL.

PASCAL BRUTAL
Riad Sattouf
El Manglar (Dibbuks), Norma Editorial

Después de leer La vida secreta de los jóvenes (La Cúpula), uno ya sospechaba que la temática que más le interesa a Riad Sattouf (París, 1978) es nuestro mundo urbano, en presente, aquí y ahora. Sattouf es ante todo un humorista, y si en el citado tebeo buscaba el humor, o la ausencia de él, en anécdotas sacadas de la vida real en París, en escenas “verídicas” vistas y oídas en la calle, en Pascal Brutal el enfoque es otro aunque el tema siga siendo en el fondo el mismo. En este caso el planteamiento para retratar nuestra sociedad urbana, sus gentes y costumbres, es abiertamente satírico y toma como base de partida un personaje de ficción tan caricaturesco como este Pascal Brutal. Un macho de extrarradio de mentalidad básica y borrica, un auténtico cacho de carne que luce perilla “perfectamente recortada”, Adidas Torsión 1992 y un nomeolvides de plata. Y lo que desde lejos, antes de leer el tebeo, podría parecer una sátira tópica se convierte gracias al talento de Sattouf en un verdadero recital, una de las series de humor más importantes e innovadoras del cómic de esta década. Las historietas cortas en que se estructura Pascal Brutal son variadas e imprevisibles, y van más allá de la parodia gruesa del machito de banlieue para retratar con complejidad su entorno social: prototipos humanos, costumbres, gestos sociales. Por aquí desfilan pandilleros y raperos de pega, pero también intelectuales snobs y mujeres “liberadas”, psicoanalistas y gayheteros… Todo esto está contado, además, con un festival de recursos narrativos. Hay constantes juegos metalingüísticos entre lo que dicen los personajes y los irónicos textos de apoyo, hay llamadas al lector, hay un trabajo de diseño impresionante, tanto en la puesta en página como en el uso del color (que firman Walter, Clémence y Delphine Chédru). Y hay, en fin, una soberbia caricaturización de gestos y morfologías humanas porque Sattouf es, además de buen guionista, un magnífico dibujante.

Pero lo que más destaca del conjunto es probablemente esa evidente intención de explorar “lo real”, lo que hay “debajo” de la fachada social. Por ejemplo, el lado gay oculto del macho alpha heterosexual que es Pascal Brutal. Por ejemplo, la actitud “más machista que el machismo” que demuestran algunas de las mujeres que Pascal se tira a discreción. Por ejemplo, esa parodia del psicoanálisis que hay en una de las historietas más desternillantes del personaje. Publicada por entregas en el mensual francés Fluide Glacial desde 2006, en España la serie comenzó a publicarse en 2008 en la revista El Manglar, donde sigue apareciendo, y este año Norma ha recogido dos álbumes franceses en uno solo, reducidos al formato habitual hoy día en la novela gráfica. Esto último no es lo más adecuado para leer una serie concebida originalmente para un formato ostensiblemente mayor, el del clásico álbum/revista francobelga, pero el trazo sintético de Sattouf y los colores planos resisten razonablemente la reducción de tamaño.

PASCAL BRUTAL en mySpace



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RIAD SATTOUF
“La vida secreta de los jóvenes”
LA CÚPULA

Puestos a etiquetar este tebeo del francés Riad Sattouf (París, 1978), podríamos calificarlo como humor experimental. Historietas de una página publicadas por entregas en el semanario satírico Charlie Hebdo, y construidas a partir de diálogos y situaciones sacados de la vida real. O eso al menos afirma el autor. Y si el planteamiento desconcierta al principio, el efecto acumulativo de lectura da sentido e impacto a la obra. Por supuesto, en estas “historias” dramatizadas al mínimo a veces no hay gag, como en la vida misma. Otras son desternillantes, o simplemente te dejan perplejo por la verdad que consiguen captar sobre la estupidez y la crueldad humanas. La capacidad de Sattouf para sintetizar diálogos, estructurar anécdotas y dibujar gestos y morfologías humanas rematan este brillante tebeo de humor “conceptual” capaz de contener todo nuestro mundo, el de la gran ciudad occidental de comienzos del siglo XXI.

(reciclado de dos reseñas que escribí para Dolmen y Rockdelux, respectivamente)

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