viernes, 17 de abril de 2009

... SI TOMAMOS LA RESPONSABILIDAD DE HACER ALGO.


Kano se ha explayado en comentarios:
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Comento algunas cosas aunque sea a destiempo.
Con todo esto del Héroe me venía a la cabeza el discurso de Günther Anders "El mundo persuade al individuo de que no es responsable de las consecuencias de su acción". En un sistema complejo como el nuestro todos somos partícipes y nadie es responsable de nada. La economía, por ejemplo, funciona porque todos participamos de ella, pero es demasiado compleja para que nadie la comprenda o la pueda dirigir; todos participamos de ella aunque seamos conscientes de que es injusta y explota y excluye a seres humanos. Nos hacemos víctimas de un sistema demasiado complejo para alcanzar a comprenderlo o escapar de él, cediendo nuestra responsabilidad individual y rindiéndonos a instituciones y estructuras kafkianas que por complejas dejan de servir al ser humano para servirse a sí mismas. Y ante esta impotencia cargada de nihilismo renace el mito del individuo/héroe que recupera su poder, autonomía, y responsabilidad, para obrar en torno a criterios morales y éticos sencillos. Porque nos gustaría poder escapar a la complejidad del sistema y actuar conforme a nuestros ideales, en lugar de vernos lenta y silenciosamente corrompidos, atrapados por complejos grises.

Ante las pequeñas humillaciones cotidianas, o las macroestructuras que conforman el sistema, nos decimos que no podemos hacer nada conveniente, aceptando la indefensión ante teléfonos que te cobrarán por reclamar a voces robóticas, desnudándonos en el aeropuerto, o esperando que la incomprensibe macroeconomía se arregle sola para no perder el empleo. Estamos demasiado civilizados (domesticados) para soltar el animal que llevamos dentro, que actuaría como Rorschach o Lobezno, poniendo la reacción visceral de rabia al servicio de la defensa de nuestra dignidad y de nuestros ideales morales. Por algo nos identificamos con el personaje más blando pero nos proyectamos en el más visceral (me identifico más con el inseguro de Spidey, pero me mola más el incivilizado de Rorschach o Lobezno, personajes suficientemente insensatos como para actuar sin medrarse por las consecuencias personales que les puedan deparar sus actos).

La insensatez me parece una cualidad necesaria para conformar el retrato del héroe. En cuanto un héroe es sensato, deja de ser héroe, para entrar en la mezquina zona de grises que destiñe su brillo. Nathan (de la série Heroes) u Ozymandias, personajes que ceden a lo conveniente, que, por ejemplo, acceden a dejar morir a su amigo por salvar a miles de personas, ya no nos parecen tan atractivos. Nos parecen más heroicos personajes insobornables como Peter (de la série Heroes), Neo, Rorschach, o Lobezno, que conservan una fidelidad primitiva, que en lugar de calcular intelectualmente reaccionan visceral y emocionalmente defendiendo a las personas que aman, o a las de su "tribu", grupo, o amigos. Su criterio es más animal, no se basa en la intelectualización de ideas, en el cálculo sobre intereses cruzados, sino en la pasión emocional. Es mucho más simple. Si nos alejamos demasiado de lo animal y actuamos conforme a abstracciones como el hacer el Bien podemos acabar iluminados justificando masacres tipo Ozymandias, de nuevo en la confusa zona de grises.
Para que el arquetipo funcione tiene que ser más claro.



Obama, por supuesto, es el puto sheriff. Cuando todo el mundo había asumido todo este rollo de los lobbys y corporaciones que controlan el mundo para servirse a sí mismas y no contábamos con que fuera posible otra cosa que vivir gobernados por bandidos, llega un don nadie al poder sin estar -supuestamente- respaldado por esos poderes ocultos. Obama transmite, frente al nihilismo complaciente que describía en el primer párrafo, la esperanza de que el mundo sigue estando en nuestras manos... si queremos tomar la responsabilidad de hacer algo. Es la vieja historia del western donde el héroe se enfrenta a un poder establecido (regentado por bandidos) al que los ciudadanos ya se habían rendido desesperanzados. ¿No os parece?


Y viajando más atrás... más interesante y posmoderno me parece el discurso de Matrix, donde Neo no se subleva tanto para cambiar el sistema, como para cambiar la imagen con la que nos representamos el sistema y a nosotros mismos. El discurso no sería "a las barricadas" sino que "despiertes a cuál es tu percepción sobre la realidad", ya que es a través de esa percepción como te somete el sistema. Estás sometido en cuanto te representas la realidad como real, o sea, algo inapelable e inamovible, contra lo que es imposible luchar, en lugar de como un juego de imágenes y símbolos, un teatro social al que jugamos, aceptando ser el engranaje que te depare el sistema. Y te liberas cuando ves el código, o sea, puedes rebelarte en tanto despiertes a percibir la realidad como una imagen, una ilusión, en tanto despiertes a que el mapa no es el territorio (en términos de Bateson). Actuamos ante símbolos como si fueran reales, confundiendo lo real y lo virtual. Es lo que vienen a decir Moore o Morrison en tus citas, solo que la metáfora de Matrix funciona mejor. Seguirán desvalorizándola por su forma, de película de acción y FX, pero sus metáforas son tan acertadas que las gente ni las pilla conscientemente en toda su profundidad, que es como funciona una metáfora.


A otro nivel, no solo el sistema es una ilusión, sino que tu identidad también lo es, tú tambien lo eres, por lo que estás doblemente atrapado en una farsa. Como dicen -no solo los postmodernos o constructivistas, sino diferentes culturas desde hace miles de años-, todo es Maya-ilusión, tanto la realidad interna, como la externa, como la separación entre ambas. La mente es un simulador virtual de sujeto/objeto y de espacio/tiempo a partir de percepciones sensoriales fragmentadas, internas y externas. En cuanto relativizas la solidez de esa realidad virtual reconstruida y asumes tu papel como creador de tu realidad interna y externa dejas de ser víctima de ti mismo y del mundo para asumir tu responsabilidad sobre cómo percibes, piensas, sientes y actuas, y qué haces con ello.

Y volviendo al post último, a un comentario de Dani Gómez, respecto a la crisis de héroes, valores, o las críticas a la posmodernidad y la relativización que tanto le gustan al expresidente del bigote... Cuando el héroe reacciona pasional e insobornablemente ante lo que siente está siendo coherente con unos criterios simples y claros, evitando la zona de grises que implica actuar conforme a cálculos sobre abstracciones de lo que está bien. Pasando olímpicamente de la complejidad, la conveniencia y la sensatez. Y al mismo tiempo, el héroe no trata la realidad como algo inamovible... la acción heroica es ir más allá de lo que parece sensato, e incluso posible. O sea, que el héroe se enfrenta a una imagen de la realidad relativa, el héroe es posmoderno porque no se traga la percepción sobre la realidad establecida, sobre cómo son las cosas o lo que es posible, él puede porque cuestiona esa percepción. Paradójicamente es posmoderno porque es primitivo, pasa de la complejidad del sistema que le arrastraría a la zona gris de valores. Para él lo instintivo es real, y lo demás es una ilusión maleable; es fiel a lo que siente al tiempo que cuestiona lo que es real y lo que es posible. Por ahí es por donde conectamos con el arquetipo, no por admiración hacia el superhombre, sino por conexión con lo animal. La percepción de la realidad es compleja y relativa, y no siempre sabemos qué sería lo correcto ante esa complejidad, pero nuestros instintos y pasiones son un asidero para sentir cómo tenemos que actuar.

El héroe no es un intelectual, es un tipo pasional. Por eso Miller lo maneja bien y a Moore el día que le sale uno (Rorschach) se le ha escapado a traición.

Carajo, al final no sé ni qué post estaba comentando...

Kano




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