miércoles, 29 de abril de 2009

LAS EDADES DEL SUPERHÉROE


"Como productos de su tiempo, los cómics de superhéroes hablan del presente en el que son concebidos; pero, como historias mitológicas, arrastran los principios esenciales sobre los que se erige aquello que representan. Para esta misión es muy importante la forma y el color. Porque no es casualidad que el uniforme del Capitán América tenga los mismos colores que la bandera de los Estados Unidos, al igual que tampoco es coincidencia el hecho de que el animal que adorna el escote de Wonder Woman sea un águila imperial. Evidencian esta relación entre símbolo y mensaje los primeros pasos dados por estos personajes en el mundo del cómic, estrechamente ligados a la propaganda política, sobre todo durante la II Guerra Mundial. Tal y como homenajea Darwin Cooke en The New Frontier, las primeras aventuras de Superman, Batman y Wonder Woman desprendían un nada disimulado espíritu patriótico; por no hablar del Capitán América, cuya primera portada habla por sí sola.

Al otro lado del Atlántico pedían a gritos que se neutralizara la sombra autoritaria que envolvía Europa. Estados Unidos abanderaba la libertad y, tanto Franklin Roosevelt en sus discursos como los superhéroes en sus páginas, prometían la venida de un nuevo orden mundial. Superman, águila en ristre, alentaba a la compra de bonos de guerra. El Capitán América y Wonder Woman perseguían a nazis en sus páginas. Pero, a pesar de lo que pueda parecer, estos nuevos héroes estaban lejos de ser un mero divertimento o una herramienta propagandística al uso: El poder simbólico, su magnetismo y potencial de fascinación tienen un origen más profundo, ligado a los principios de los padres fundadores. Tal y como apunta el título de la obra de Cooke, estos superhéroes encarnaban una nueva versión del espíritu de la frontera.


Michel Aglietta, economista marxista, define este concepto como “un principio ideológico que refleja la capacidad de la nación norteamericana para polarizar las actividades individuales en un sentido de progreso, de tal manera que el desarrollo del capitalismo y la construcción de la nación se identificaron en la conciencia de las masas populares”, o lo que es lo mismo, representaban una idea de progreso ligada al desarrollo y a lo que más tarde se conocería como Estado del Bienestar, el manido american way of life que habrían de defender contra los nazis primero y la amenaza roja después".
--Elisa G. McCausland (La Pequeña Delirio), extracto de su artículo POLÍTICA, SUPERHÉROES Y AMERICAN WAY OF LIFE. El texto hace un repaso breve a las edades políticas de los superhéroes a lo largo de toda su historia; puede leerse entero en Cómic Digital.

4 comentarios:

Elisa McCausland dijo...

Agradecida y emocionada. Te debo una respuesta al país de las maravillas...

Jeune Albert dijo...

Felicidades por este gran artículo Pequeña Delirio.
Creo que relacionado con él y continuando con el debate, en una entrevista muy interesante a Moore en Newsarama, le preguntan si la cultura popular se está alejando del arquetipo del superhéroe o del aventurero, y por un lado piensa que el 11-S acabó con la sensación de invulnerabilidad de las Estados Unidos como país, que era una de las ideas básicas enterradas en el concepto de los superhéroes (una creación puramente norteamericana), y por lo tanto el concepto básico y la simbología del género no son ya lo que fueron porque la sociedad moderna ha cambiado, y como consecuencia de todo ello toda nuestra cultura está obligada a madurar.

Pero por otro lado, cree que la gente querrá agarrarse a esta idea porque en época de crisis necesitan sentirse seguros.

Cree que Watchmen funcionó como una excusa para que los adultos que querían leer superhéroes no se sintieran avergonzados. O sea, que él mismo se excluye del género, pero por elevación.

En todo caso, me parece que Moore se está explicando a sí mismo en esta idea, y dónde dice leer se puede poner escribir. Pienso que en el fondo lo que nos dice es que: “chicos, deberíais superar lo de los superhéroes como hice yo, el mundo ha cambiado y todos necesitamos madurar incluida nuestra cultura".

P.D. No pongo el vínculo por que no estoy muy seguro de si es correcto o insertar un link en los comentarios y además está en inglés y no me ha dado tiempo a traducirlo entero.

Pepo Pérez dijo...

Es correctísimo, y de hecho ya lo hago yo:

http://www.newsarama.com/comics/040927-Moore2.html

"And I don’t think that that kind of superhero mentality really cuts it any more. I think that we need to grow up a little bit"

Ay, "papá Moore"... qué abuelo cebolleta se pone cuando empieza a dar lecciones a "niños tontos" como nosotros... "probecitos, que nos gustan los superhéroes, no hemos crecido, bla bla..."

Creo que Moore nunca ha querido entender de verdad la metáfora del superhéroe. Siempre ha hecho una lectura política, exclusivamente política y coyuntural, cuando el (super)héroe es mucho más que eso, simbólicamente hablando. Él siempre piensa en términos antiamericanos (el superhéroe es americano, claro) y se olvida de que el arquetipo que encarnan no es americano sino universal. Y muchísimo más viejo que Superman (1938).

El héroe es mucho, mucho más que esa lectura política que él hace, y es mucho más desde un punto de vista trascendente y no contingente, universal, humano, no atado a las pequeñas circunstancias políticas de cada época.

(mientras tanto, en Tierra 2, un guionista muy famoso con grandes barbas escribe TOM STRONG, TOP TEN y PROMETHEA, todos tebeos con superhéroes...)


"I remember thinking after September 11, “This has surely got to be the beginning of the end of American superheroes.” (Moore)

Creo que se equivocó un poco. Más de moda no pueden estar los superhéroes en esta última década. Los héroes en general, vaya. Volvemos a lo que significan a un nivel profundo los héroes. Esto es lo que Moore suele interpretar como infantil. Cuando no lo es en absoluto.

Pepo Pérez dijo...

Matizo un poco lo anterior. En realidad a Moore le parecen bien los héroes, siempre que los escriba la persona "correcta". Como en su caso. Si los critica como en Watchmen, mejor. Si los escribe en clave optimista y de género, también bien porque el "mensaje" está "controlado", no está en "malas manos".

Y por eso ha vuelto a escribir superhéroes en los ABC Comics. Ahí está Promethea, Top Ten. En plata: el problema para Moore son los superhéroes AMERICANOS, no los superhéroes que puedan escribir él o sus colegas.

En realidad volvemos a lo mismo. La metáfora del héroe a nivel profundo, no superficial, funciona igual, da lo mismo quien la escriba. Pero si a él mismo se le "coló" un héroe no querido, Rorschach. El arquetipo heroico vuelve y vuelve. Lleva muchos siglos con nosotros. Porque somos nosotros. Es indestructible por eso mismo.